El Linares Deportivo cosechó ayer una victoria complicadísima en el Municipal Abdón Martínez. Ante un CD Torreperogil que aún no había cedido ninguna derrota en su estadio, los azulillos supieron adaptarse a las condiciones tan particulares que tanto el propio campo como el equipo rojillo ponen sobre la mesa.
La primera parte fue de dominio local. En ese juego de mucha disputa que propone el Torreperogil, los de Arsenal no estuvieron nada cómodos, como se preveía.
De inicio, Juan Arsenal tiró de rotaciones. Fran Carnicer debutó como titular, en un centro del campo junto a Cervera y Rodri, mientras que arriba Pablo Siles volvió al once. Por su parte, Torres apostó por Ángel en punta, en busca de un juego similar al que tanto daño hizo a los mineros el año pasado. Así, la primera mitad fue la viva imagen del típico partido en el Abdón. Predominancia de fútbol directo, segundas jugadas y disputas individuales. Y, por supuesto, en ese panorama el Torreperogil se sintió muy cómodo. No permitió al Linares rondar su portería, cortocircuitó todo el juego interior que Rodri, Cervera, Carnicer o Isra podían generar y, además, fue el único que creó peligro real. Y estuvo cerca de encontrar premio, pues en el 30’ Miguelito sacó bajo palos un remate de Ángel. Fue la gran ocasión de un primer acto de poco juego y mucha táctica. La búsqueda de balones frontales, para acercarse en pocos toques a Razak, fue el recurso constante de los de Torres. Ya fuese en salida de balón, faltas laterales o saques de banda, cada oportunidad suponía una pelota que sobrevolaba las inmediaciones de la meta azulilla.
Tras el paso por vestuarios, los de Torres bajaron físicamente, el Linares pasó a dominar y a jugar más por abajo y así, combinando, llegó el gol de la victoria.
Sin embargo, en la segunda parte cambió en el devenir del choque, ya que Juan Arsenal agotó pronto sus dos primeros cambios en busca de superioridad y mayor juego exterior. Alan y Chinchilla entraron por Carnicer y Pablo Siles, y así el equipo contó con mayor profundidad desde los costados. Especialmente Chinchilla le dio otra cara a la banda derecha y junto a Miguelito fue el gran foco de peligro visitante. El Linares completó veinte minutos finales en los que encerró al Torreperogil, comenzó a rasear el balón y ahí, en un contexto más cómodo, encontró el 0-1. En el 83’ Cervera puso un segundo de pausa en medio del vértigo para filtrar un pase bombeado a espaldas de la defensa que Chendo, tras bajarla de maravilla, fusiló a la red. Tercer partido consecutivo en el que el killer minero da la victoria a los suyos. El Linares se convierte en el primer conjunto que roba los tres puntos del estadio torreño. El Torreperogil puso todo lo habitual para complicar la vida a su oponente pero, en esta ocasión, el líder lo fue con mayúsculas.
Publicado en Diario Jaén
(Foto: Luis Carlos Guillén – Linares Deportivo)
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